domingo, 13 de marzo de 2016

EL PUEBLO DIJO NO

La guerra sucia (toda guerra es sucia) en la campaña para el referéndum del pasado 21 de febrero fue iniciado por funcionarios del gobierno. Nuestros gobernantes por quedar bien mienten y al mentir inventan sandeces como las de pretender controlar el pensar de los bolivianos expresado en las llamadas redes sociales. Lugar donde podemos gritar y disentir contra las arbitrariedades que comete el actual Gobierno, que solo pide alabanzas a las yemadas que comete. Había decidido dejar de escribir mis opiniones, pero tanta declaración mentirosa del gobierno y de sus ministros me obligaron a retomar el teclado e expresarles mi opinión. No sabía que el Presidente Evo Morales estuviera en Guerra, para afirmar que “perdió la batalla, pero no la guerra”. ¿está en guerra contra el pueblo? ¿Contra los opositores? Porque debería declararles la guerra a quienes no pagan sus impuestos y viven sacando ventajas de quienes cumplen con sus obligaciones ciudadanas, como los cocaleros y contrabandistas. Mención aparte merecen los fabricantes de cocaína para quienes producen la materia prima los cocaleros del trópico, especialmente de Cochabamba. Por otro lado las declaraciones infantiles del Vicepresidente, quien se dice hombre de muchos libros nos dan pautas de una acción anticonstitucional a futuro, lo que confirma las declaraciones de la autoridad que debería defender la Constitución, de cuyo nombre no quiero acordarme. Nuestros gobernantes obedecen al viejo capitalismo explotador de los pobres. Están imbuidos del ancestral espíritu consumista. Benefician a los suyos fomentando la corrupción y el enriquecimiento de “los Azules” (color identificatorio de la agrupación en función de Gobierno) como lo dijo la periodista Amalia Pando o Carlos Valverde perseguidos por el gobierno y sus esbirros por denunciar las irregularidades de sus conmilitones. Entre los gobernantes no existe la autocrítica o las evaluaciones. Todo se limita a acusar al contrario. La pérdida del Si al cambio de la constitución lo atribuyen a la acción de las “redes sociales” sin la capacidad de asumir que están haciendo una mala gestión. Quienes votaron por la opción al cambio del artículo 168 de la Constitución fueron todos los empleados de cargos públicos que temen perder sus trabajos o pegas y los miembros de las Fuerzas Armadas que en algunos casos fotografiaron su voto con el celular y mandaron de inmediato a un centro, para certificar su adhesión y que se les pague el sueldo del mes de febrero. Dependiendo de los casos, como para su permanencia en las FF.AA. Claro que ellos tienen todos los mecanismos para demostrar que no fue así. Aun no se resuelven los casos de malversación en el Fondo Indígena, no fueron juzgados los verdaderos culpables y menos castigados, en casos como los de la exministra Achacollo y de tantos otros. No se aclaró ni se juzgó al ministro Juan Ramon de la Quintana por 33 camiones con contrabando ni por los sucesos en Porvenir (Cobija). Tampoco hubo un justo juicio a Sacha Llorenti por la masacre a originarios en Chaparina, mas al contrario fue premiado siendo nombrado embajador. Hasta el momento no sabemos nada del tráfico de influencias con la empresa china y tampoco del papel que jugó Gabriela Zapata (cara conocida) en todas las asignaciones de trabajo sin licitación. Además aún no se aclara de donde sale la pequeña fortuna de la mencionada mujer. Así podríamos continuar con una larga lista de anormalidades cometidas por los gobernantes y su círculo de acción, por las que el pueblo consciente les dijo: NO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario