Terminó la agresión de la propaganda. Es de esperar que los resultados del referendo ayuden a vivir en armonía entre todos y nos aboquemos a trabajar en el desarrollo integral de toda la gente dentro este territorio. Deberán dejar de “medir” el apoyo o rechazo que tiene el Presidente por medio de referendos, con diversos motivos, que no ayudan a dar trabajo a quienes no lo tienen. Poca gente obedece las normas que rigen a este país, casi la totalidad de la población busca satisfacer sus intereses.
En la campaña pasada pocos demostraron racionalidad la mayoría lo hizo emotivamente sin argumento alguno primando la irracionalidad especialmente entre los bandos a favor o en contra de la Nueva Constitución. Primó la mentira y el temor, se trató de comprar el voto con el Bono Juancito Pinto, la Renta Dignidad y otras obras que son obligación de realizarlas por los servidores públicos, además los bonos son justificativos que se reparten a sectores y no a toda la población, o emplear esa plata para promover diversas industrias. Un análisis frío nos muestra que la prebenda política continua como en los tiempos de los gobiernos tildados como neoliberales, especialmente con la entrega de obras perentorias en diferentes lugares. Obras que son obligación hacerlas sin entregarlas con tanto elogio personal a quienes administran los bienes del pueblo. Nos estamos acostumbrando a confundir las obligaciones de los servidores de la población especialmente de aquellos que están en función de gobierno con la lisonja.
La gente quedó con la conciencia tranquila por el deber cumplido, claro que habrá muchos que la tienen inquieta y seguro que en otros sectores ni siquiera tienen esa oportunidad porque inconscientemente siguieron las indicaciones de sus dirigentes que pretenden controlar la voluntad en lugar de servir a sus mandantes.
Es deseo de mucha gente que nos dejemos de creer que ejercemos democracia solo con ir a votar o ser manejados por los intereses egoístas de los gobernantes. Ya basta de tantos referéndums, demagogia barata y populachera. ¡A trabajar de verdad! XXX
sábado, 25 de abril de 2009
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